En la última noche de octubre tuve la oportunidad, por los pelos, de disfrutar de esta obra en el TEATRO LEAL. La representación: genial, como nos tiene acostumbrados la compañía. La localización de la butaca: no tanto, ya que sólo disfruté de la mitad de visibilidad del escenario.
De todas las maneras, ¡¡¡VALIÓ LA PENA!!!